Kenso introdujo una moneda en la cromada ranura con dos pulsaciones rápidas introdujo el código que se conocía de memoria y, sin esperar, volvió al lado de su Whisky . Un gestó con el índice y el barman, que estaba de pié tras la barra, empezó a prepararle otro Malta con hielo sintético. La canción empezó a sonar en el preciso instante que el posavasos resbalaba prodigiosamente sobre el pulido metal. Era una canción antigua, como la máquina de discos, pero le recordaba aquellos primeros años como policía en la sección nueve . Era viernes de junio y la humedad era insoportable, y Kenso estaba furioso por su enorme cagada. Vació la copa de un trago y largó unos billetes sobre la barra. Con los últimos acordes la canción abandonó el bar ante la mirada de odio de decenas de compañeros. – Buenas noches, soy el Capitán Kenso de la sección nueve ¿Sr.Takeshi? – Los ecos de su propia voz producían una molesta estática en el interior del habitáculo. El tono sonó cansado, quizás demasiad...
Publicación periódica de relatos Cyberpunk. Un abrazo a todos los lectores! John Iron