El reflejo de los neones en el local de Petrov se cortaban sobre la traslúcida piel de Ichimon. Blanca y sintética, cicatrices a la vista. Un trabajo impecable de hardware que le daba un aire técnico y peligroso. Entró a la pista de baile. Frenesí. Software forzando los músculos a la rotura. Performance recreada al milímetro. Desde el sofá del privado, Arita lo miraba y buscó la complicidad de sus acompañantes para empezar la verdadera fiesta. Locura colectiva. El polvo blanco lo inundó todo Entre risas entrecortadas por las ondas New Wave, las rayas de polvo cristalino volaban sobre la pulida superficie de la mesa. Todos miraban al loco de Ichimon, en el club todos lo conocían y esperaban el gran truco final. Pulsaciones acelerando. Romeo, con el pelo de la nuca erizado por la sobredosis de la sustancia sintética, se sumó a la pista junto a dos preciosas colegialas. La noche empezaba. Decenas de jóvenes estudiantes llenaban la sala. La música pulverizaba sus sentido...
Publicación periódica de relatos Cyberpunk. Un abrazo a todos los lectores! John Iron