El vaho formaba intrincados diseños a cada respiración, ascendiendo hacia lo desconocido y difuminándose sin llegar a alcanzarlo. Acelerada. Inhumana cadencia. Angustiosa. Kon se mantenía encorvado en una esquina entre incontables plasmas interconectados, visiones pasadas y futuras fluctuaban ante él, pulsaciones furiosas sobre el febril teclado táctil. Desesperación. Impotencia ante la derrota. Alegría. Sabor a victoria. Juego de emociones sin fin. Angustioso. Horas de trabajo casi eternas. En el enorme lcd que tenía frente a sus metálicos ojos lluvia le líneas repletas de datos. Interminables. Galimatías entroncado. Tras dos días de descarga ininterrumpida estaba roto. Nimias reminiscencias eléctricas incontrolables en su extremidad derecha. El anticuado implante de titanio vibraba sutilmente, incapaz de ser controlado por su software saturado. Parkinson digital. Abrumado Kon estiró cada músculo de su cuerpo hasta el punto de fractura, arqueandose en heterodoxo ángulo en un vano...
Publicación periódica de relatos Cyberpunk. Un abrazo a todos los lectores! John Iron