La perfecta silueta permanecía quieta en medio de caos, la muerte y el omnipresente olor a café matutino. En dos rápidos movimientos llegó a su lado, su contrato, la miró a los ojos y se quedó helado. Era imposible. Había oído hablar de ellos hacía un par de meses en Sudáfrica. Estaba como freelance realizando una extracción rutinaria para una empresa Rusa y un mecánico Pretoriano le comentó que SwissLab los había creado. Milésimas de estupor sólo rotas por una detonación. Armamento ruso de calibre pesado. La munición de guerra desgarró el tórax a un desgraciado de traje barato color crema que estaba sentado en una mesa cercana. Té Chai precipitado al olvido de la destrozada moqueta. Trayectoria clara a su derecha. En un eléctrico ademán apuntó hacia el puto gordo Coreano de la Barra. Demasiado evidente, como la había cagado.– Se lamentó mientras accionaba el doble disparador de su potenciada Glock.– Se colocó entre el contrato y la turba aterrorizada justo a tiempo p...
Publicación periódica de relatos Cyberpunk. Un abrazo a todos los lectores! John Iron