Tenía los Biotech absoluta y definitivamente inoperativos. Sentía un dolor intenso en los nervios ópticos, la intensidad era tan profunda que le ardía el cerebro. Doble shot de fármacos. Estaba a full. El neopreno de sus guantes rasgó el aire delante de su cara. Movimientos vertiginosos. Una leve punzada de escozor le recorrió los implantes de la columna. Ahora no era un buen momento.– Pensó. – Ignoró las alertas de proximidad. Ya estaba a punto de superar el firewall de FarmaTech Corporation. Más velocidad, exigió todo el potencial a su equipo. Movimientos mil veces realizados fluían vertiginosamente frente a él. Técnico. Se movía por la interfaz de R.V por puro instinto de Surfer. Los comandos manuales se agolpaban en su psique. Hardware al límite. Los próximos segundos determinarían su futuro. Él era el mejor.
Fue súbito. Sus manos estaban rasgando el aire cuando notó el fuego en su córtex frontal. Luego, oscuridad. Vacío.
Al fondo, muy lejos, vió un reflejo. Titánicamente forzó la visión al máximo. Una bata de quirófano desenfocada se aproximaba. Frío metal en su espalda. No podía despegar su espalda de la gélida superficie espejada. Giró el cuello en ángulo imposible y alcanzó a ver un logo impreso en verde y estéril equipo médico, FarmaTech Corp…
– Cabrones.– Gritó a todo pulmón antes de desplomarse.
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